Luis Pérez Casanova |
Con una reforma tributaria para aumentar las recaudaciones la crisis queda resuelta. Si para los responsables de un déficit no puede haber justicia ¿acaso puede haberla para el responsable de la muerte de un tiro por la espalda de un joven cuando huía después de fracasar en un intento de despojar de una cartera a una cardióloga? Sería como querer hacer justicia en una nación donde se ha impuesto la ley del más fuerte.
Después que unos especimenes de la fauna congresual alentaron al jefe de la Policía a cazar “delincuentes” como el joven de 22 años de edad abatido en el sector El Milloncito por alguien que le disparó desde una yipeta, lo que me sorprende es que no se haya presentado una resolución para condecorarlo con una placa de reconocimiento por su valiosísimo aporte a la seguridad y la paz.
Es posible que la demora de la Policía para identificar al victimario, aunque en cuestión de horas sí determinó que la víctima respondía al nombre de Yensi Manuel Reyes Almonte, impidiera que a alguno o a los legisladores que alentaron la cacería se le hubiera ocurrido la idea de la medalla. Los delincuentes, en su mayoría jovencitos de quienes jamás se ofrece mayor información, pero tampoco se investiga, son los que están en las calles.
La necesidad tiene cara de hereje. La historia ha demostrado que en un momento un ser humano es capaz de todo cuando se trata de satisfacer una necesidad. Viene a colación el caso de Jean Valjean, aquel campesino de Los Miserables que tuvo que purgar 30 años de prisión por robar un mendrugo de pan para su madre y una hermana hambrientas.